viernes, 8 de mayo de 2009

CASO IV

EL CUADRO SUBASTADO EN EBAY EL AÑO 2000






La cosa no tendría mayo relevancia de no ser por la historia que acompañaba a la obra de arte: “Cuando recibimos esta pintura, pensamos que se trataba de una obra de arte realmente buena. Un anticuario la había encontrado abandonada en la trastienda de una vieja fabrica de cerveza. Inmediatamente nos preguntamos que era lo que había conducido al abandono de una obra de arte de tan obvia calidad (de hecho todavía nos lo preguntamos). Una mañana, nuestra hija de cuatro años y medio nos dijo que ‘los niños de la pintura se estaban peleando’ y muy asustada nos pidió pasar la noche en nuestra habitación. Yo no creo en ovnis ni en que Elvis continúe con vida, pero mi marido se alarmó. Para mi diversión, instaló una cámara activada por el movimiento mirando al cuadro durante toda la noche. Tres noches después, había fotografías en la cámara. Después de comprobar lo que había salido en las fotografías, decidimos que el cuadro tenía que marcharse. Por favor, juzguen ustedes mismos. Por favor, no pujen por este cuadro si son ustedes susceptibles a las enfermedades nerviosas, afecciones cardiacas o están poco familiarizados con la fenomenología paranormal. Al pujar por este cuadro, los vendedores quedan eximidos de cualquier responsabilidad respecto a los sucesos que, relacionados con el cuadro, ocurran durante o con posterioridad a la venta. Este cuadro puede tener o no cualidades sobrenaturales, que podrían influir de alguna manera en la vida del comprador. Sin embargo, al pujar usted oferta una cantidad sólo en función de su valor como obra de arte. Ahora que ya está todo dicho, me gustaría hacer una pregunta a los participantes en la subasta. Queremos que nuestra casa sea bendecida después del paso por la misma del cuadro.

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